Es probable que usted ya haya oído hablar del 5G, pero aún no tiene claro de qué se trata o qué innovaciones tecnológicas conlleva. Desde el comienzo de la industria de las telecomunicaciones, es posible que haya tenido innumerables dispositivos móviles y experimentado nuevas formas de interactuar con la tecnología que cada modelo de dispositivo integraba.

Actualmente, una conexión estable y fluida a internet es considerada como una necesidad básica, pero el 5G será mucho más que eso y tendrá multitud de aplicaciones a nivel industrial que cambiarán la tecnología tal y como la entendíamos hasta el día de hoy.

A nivel nacional, el año 2021 será clave para el despliegue del 5G sobre todo en aquellas ciudades y zonas de mayor densidad poblacional en donde la demanda de datos es mucho mayor.

4G x 5G

Pero antes de adentrarnos (si bien de una forma muy somera) en el universo 5G es necesario echar la vista atrás y hacer un breve repaso de la evolución de la tecnología móvil. Técnicamente, la tecnología sin cable empezó con el 1G. Posteriormente, la tecnología 2G mejoró la cobertura y capacidad proporcionadas por el estándar 1G mientras que el 3G supuso el primer gran salto hacia adelante en la tecnología móvil, puesto que permitió a los usuarios experimentar por primera vez el universo multimedia desde sus dispositivos (voz, datos e internet).

El 4G a su vez, supuso una mejora sustancial de los servicios proporcionados por la tecnología 3G
Pero el gran salto tecnológico del siglo XXI aparece representado por la irrupción del 5G en nuestras vidas. El 5G posee una velocidad y capacidad significativamente mayores que las actuales tecnologías sin cable, así como un tiempo de latencia muy inferior (posibilitando a las personas una mayor velocidad de descarga).

Ello traerá numerosísimas implicaciones tanto a nivel usuario (será posible efectuar grandes descargas de datos en cuestión de segundos) como a nivel industrial. En este sentido, el 5G será clave para el desarrollo de la conducción autónoma, la automatización de procesos industriales, el desarrollo de las denominadas “smart cities”, entre otra multitud de usos y aplicaciones.

En este sentido, la velocidad de descarga actual puede alcanzar 1GB (“gigabit”) por segundo mientras que el 5G podrá aumentar la velocidad de descarga hasta 10GB por segundo. ¿Qué significa esto en términos prácticos (a nivel usuario)? Que en lugar tardar aproximadamente una hora para completar la descarga de un vídeo corto en HD (en condiciones ideales y sin frecuencia interrumpida), el 5G permitirá que la descarga de una película completa en HD en cuestión de segundos.

¿Realmente el 5G cambiará el mundo tal y como lo conocemos?

Asegurar que el 5G cambiará el mundo puede suponer una hipérbole a día de hoy. Lo que sí es seguro es que la implantación y el despliegue del 5G cambiarán las formas en que el mundo se había comunicado hasta ahora y permitirá una interconexión de personas y dispositivos inimaginables hasta hace muy poco tiempo.

Con el desarrollo del 5G, la conducción autónoma probablemente deje de ser una quimera para convertirse en una realidad tangible, los semáforos de la ciudad podrán estar interconectados, podremos asistir intervenciones quirúrgicas telemáticas, conectar todos nuestros dispositivos del hogar entre sí, desarrollar aplicaciones industriales autónomas o descargar una película en HD en cuestión de segundos.

En definitiva, el 5G supondrá con casi total seguridad el inicio de la revolución industrial del siglo XXI por lo que sintámonos afortunados de poder vivir esta nueva era tecnológica.